La familia gourmand de perfumes se caracteriza por notas dulces y reconfortantes, que evocan recuerdos de infancia a través de ingredientes como avellanas tostadas o café. A menudo, las frutas, por su alto contenido en agua, se recrean con moléculas que imitan sus aromas, generando texturas y matices diversos. Además, la perfumería explora la riqueza de las flores, utilizando tecnologías como 'headspace' para capturar sus olores y añadir elegancia y delicadeza a las composiciones.